Orientada a actuar sobre los tejidos que participan en las funciones de las vísceras, las membranas fibrosas en relación, los músculos, los diferentes planos de deslizamiento entre los órganos, los vasos sanguíneos, los nervios, todos los tejidos que aseguran el funcionamiento orgánico, eliminar adherencias y tracciones miofasciales que dificultan la normal movilidad y motilidad de las vísceras, buscando un buen funcionamiento y así mejorar nuestra salud.El tratamiento visceral muy a menudo puede ser necesario para aliviar ciertos dolores del aparato locomotor: ya el sistema visceral, proyecta a veces su sufrimiento a nivel del raquis (reflejos víscero-somáticos).
Indicado en: Hernia de hiato, reflujos, molestias intestinales, estreñimiento, problemas respiratorios, disfunciones del suelo pélvico,…